25 AÑOS DEL CONSEJO POR LA PAZ por Francisco Diez-Canseco Távara

Ha transcurrido un cuarto de siglo desde que,en forma oficial,pusimos en marcha el Consejo por la Paz, creado por ley para trabajar por la construcciòn de la paz en el Perú y que ha bregado desde entonces contra viento y marea en la defensa de los Derechos Humanos y las libertades públicas y en la lucha contra la corrupciòn.
La idea central que anima a nuestra instituciòn es la de aglutinar a la sociedad peruana en torno a un organismo que permita, sin manipulaciòn política,el intercambio de ideas y la suma de esfuerzos para construir una paz duradera en nuestra Patria. El choque ideològico inicial se produjo,sin embargo,cuando en la Declaraciòn de Ayacucho señalamos -por primera vez en el Perú- que los primeros violadores de los DDHH son los terroristas y no los integrantes de las Fuerzas del Orden.
Indicamos también que la violencia estructural,o sea la suma de pobreza,marginaciòn e injusticia,no es en forma inevitable la generadora de la violencia armada,sino un caldo de cultivo de la misma que puede superarse a través de un desarrollo econòmico que priorice la justicia social. Ambos conceptos recibieron,por supuesto,la réplica inmediata de la izquierda caviar peruana,antigua perseguidora de nuestras Fuerzas del Orden y,por cierto,vieja intérprete marxista de las tesis de Galtung sobre violencia estructural.No olvidemos que Marx sostiene que la violencia es la partera de la historia.
Por eso,usando sus contactos mediáticoa y ,luego de la caída de Fujimori,la nefasta influencia política que adquirieron a partir del régimen provisional de Valentín Paniagua,han tratado desacreditar al Consejo por la Paz y luego cerrarlo a través de un proyecto de ley que hizo llegar la llamada Comisiòn de la Verdad y Reconciliaciòn al Congreso.Este intento antidemocrático fue rechazado.
En el camino,el Consejo por la Paz ha mantenido siempre su independencia y autonomía y jamás ha transado con sector político alguno en la defensa irrestricta de los derechos de los peruanos: así lo acreditan,por ejemplo,los comicios en los que hemos participado con observadores electorales,todos ellos voluntarios adhonorem -como ocurre con todos nuestros integrantes- y que,en la elecciòn presidencial de 1995,provocó hasta una persecuciòn policial.
Las Jornadas por la Paz que venimos realizando desde hace varios años en colegios y universidades tienen diversos propòsitos cívicos que incluyen el desarrollo de una conciencia democrática,la recusaciòn del terrorismo y la violencia como formas de reivindicaciòn social y el establecimiento de una sólida base ética que rechace visceralmente la corrupciòn en las nuevas generaciones.
Porque en el Consejo por la Paz defendemos principios,no intereses.
(*) Presidente del Consejo por la Paz
Presidente de Perú Nación