PPK y la vacancia: ¿cuáles son los escenarios políticos para el Perú?

Este jueves podría ser el último día de Pedro Pablo Kuczkynski (PPK) como presidente de la República. Para que el pedido de vacancia presentado en su contra proceda, se requieren los votos de 87 congresistas. Las bancadas del Frente Amplio (10), Fuerza Popular (70) y el Apra (5) son las únicas que se han mostrado a favor de momento.
Una transición consensuada con la oposición hacia la presidencia de Martín Vizcarra, el actual vicepresidente, sería el escenario que más rápido reduciría la incertidumbre desatada por esta coyuntura. “Si Vizcarra toma la presidencia y se tranquilizan las cosas, creo que no habría mayor impacto y en enero podría haber una reversión de las expectativas empresariales”, señala Eduardo Jiménez, analista senior Macroconsult. Pero la reducción de la incertidumbre se vería favorecida si Vizcarra asume tras una renuncia de PPK, no después de una vacancia. “Una renuncia te ahorra el trauma nacional que implica el proceso de vacancia, que es más engorroso y alarga la situación de incertidumbre”, comenta Diego Macera, gerente general del IPE.
La vacancia de PPK y posterior presidencia de Vizcarra es el escenario más probable. Esto al tener en cuenta la negativa del presidente de presentar su renuncia, y la disposición de la oposición por retirarlo del cargo. Las cuestiones de fondo que sustentan una vacancia por incapacidad moral permanente no son claras (ver La Voz de SE). Esto le abriría la puerta al presidente a una decisión extrema: recurrir al Tribunal Constitucional para restituir su mandato, lo que que prolongaría la incertidumbre. “Se abriría una caja de Pandora. No hay antecedentes al respecto. Si se anulara la decisión del Congreso y se restituye a PPK en el cargo, el tema va a escapar lo jurídico y será más político”, comenta el constitucionalista Carlos Blancas.
Tras la vacancia, Vizcarra tendría que negociar con la oposición las condiciones de su permanencia con el fin de evitar interrumpir el ciclo presidencial. “Vizcarra está mellado por el caso Chinchero. Al vicepresidente hay que tenerlo en una vitrina. Hay una mala costumbre de ponerlos como ministros”, sostiene el constitucionalista Carlos Haakason. Dado que la crisis sería presidencial y no del gabinete, Vizcarra no tendría que pedir un voto de investidura al Congreso, agrega el constitucionalista Enrique Bernales. Esto siempre y cuando Mercedes Aráoz se mantenga en el cargo de premier. Fuentes del Ejecutivo confirmaron a SEMANAeconómica que la renuncia no está en los planes ni de Vizcarra ni de Aráoz.
Los escenarios más extremos e improbables culminan en su mayoría con la convocatoria de nuevas elecciones. Los pasivos políticos previos de Vizcarra podrían llevarlo a que se comprometa con el Congreso a asumir el cargo, pero convocar nuevas elecciones, según Haakason.
Otra opción es que Aráoz no continúe como premier, se le niegue la confianza a dos gabinetes de Vizcarra y éste disuelva el Congreso y convoque nuevas elecciones parlamentarias. Mientras, un escenario de sucesión constitucional completa, posible pero muy lejano, situaría al presidente del Congreso, Luis Galarreta, como presidente de la República. Su primer acto sería convocar elecciones generales.
Evitar que se prolongue la incertidumbre —y con ello el daño a la economía— exigirá alejarse de cualquiera de los escenarios extremos, pero también buscar una transición política que recupere la confianza tanto en el sector público como en el privado. Dado el elevado ruido político actual, la permanencia de PPK en el cargo dificulta también disipar la incertidumbre. La vacancia no es un escenario óptimo, pero de llevarse a cabo, respetar el debido proceso será esencial para continuar la senda de crecimiento económico y no dañar más la institucionalidad del país.